martes, enero 14

Día 1

Comienzo a escribir no con el objetivo de publicar un libro o de repartir mi vida por el mundo. La idea de escribir este blog, y que surgió mucho después de haber comenzado a publicar entradas, es contarme a mi misma mi vida, tal vez con la finalidad de conocerme más, no lo sé bien, o de incluso compartir mis experiencias con personas que son o han sido importantes en estos años. Además, considero que es puede ser "bueno" o fructífero, positivo, que se yo, para una persona, escribir sobre si misma, y "botar" todo lo que tiene dentro en una hoja de papel, o un blog personal. Asimismo, creo que cada historia merece ser contada, pues, por muy monótona que pueda ser la propia vida, ha sido vivida de forma apasionante. ¿Y mi vida? Esta es mi vida. Tengo casi 25 años, y de a poco empiezo a hacer balances. "Me ha tocado difícil". Sí, no ha sido fácil, en especial los últimos cinco años. Creo en el horóscopo, y por sugerencia de uno de los tantos psicólogos a los que he acudido, que me lo recomendó como forma de desarrollar mi intuición, ocasionalmente me leo el tarot a mi misma. Confieso que lo evite por mucho tiempo, así como evito varias cosas, por miedo a dar el primer paso. Busqué mucho un mazo de cartas, y todos me parecían muy caros, pero al fin durante unas vacaciones de verano, y en un día lluvioso en el sur, encontré en una feria pequeña un mazo de cartas del tarot de marsella. Durante ese mismo verano, u otro, no recuerdo bien.. en una clase de una asignatura electiva sobre psicología y discapacidad, una hasta entonces compañera, mencionó que sabía algo sobre tarot. Días después, en una visita a un centro para discapacitados, por "casualidades" de la vida, nos sentamos una al lado de la otra en la micro que nos llevaría de vuelta a la universidad; ese día dejó de ser compañera, y pasó a ser una amiga. En el camino a la universidad, descubrimos que teníamos historias parecidas, penas similares.

Enero

Vuelvo aquí no por gusto, si no por necesidad. Me hace falta escribir, leerme, y re-leerme. Por más que pienso, hablo, digo lo que siento, el hoyo en mi estómago y el nudo en la garganta no se van, y es tan incómodo. Imagino que son una bola de emociones atoradas, entre el estómago y la boca, y no salen, no se van. En la mañana leí una frase que decía algo como "el miedo se manifiesta de diferentes formas, como celos, venganza, vergüenza, culpa, etcétera". Estoy asustada, y mi cuerpo lo sabe. Temo de mi misma, de no ser lo suficientemente fuerte, hoy y en el futuro. Lucho contra mi desconfianza, contra mi poca fe, mi enorme pesimismo. Y hoy, necesito tanto confiar, tener fe, y ser optimista.