Procesar
Soy la misma que declaraba disfrutar de las caminatas bajo el sol con el volumen al máximo, tomar mocaccino y conversar hasta la madrugada sobre la vida. Cinco años después, pocas veces salgo a caminar, casi nunca tomo mocaccino, y cada vez converso menos. Pero soy la misma. Aunque retrocedí el tiempo, y vivo y siento de la misma forma que en esos días. Esos días que dije nunca iba a repetir, esos días que fueron mi pesadilla; pero aquí estoy, en la misma cama, la misma casa, la misma sensación de vacío interno, la misma falta de ganas de vivir, y encima de eso, una nube gris de recuerdos que parecen mentiras; una mentira enorme, en un mundo paralelo, muy distinto a este, donde yo no estaba aquí, donde era capaz de ser y hacer feliz. Y parece mentira que mi lugar actual sea tan distinto a aquel, y tan parecido al que vivía antes. Oí a alguien que pensaba que quizás estamos soñando, que nuestras vidas actuales son un sueño, y temía un día despertar y ver la realidad. A mi me tocó despertar.